Seguridad marítima sueca desde 1888

Carl Robert Hansson fundó en 1888 Hansson PyroTech en Gotemburgo con la idea de mejorar la seguridad marítima. En un principio, la base del negocio eran los fuegos artificiales, pero en la década de 1890 la empresa se hizo conocida como fabricante cualificado y fiable de señales de emergencia para embarcaciones (luces azules). La compañía desarrolló una amplia gama de productos y a comienzos de los años 20 del pasado siglo ya producía todos los tipos de señales de emergencia disponibles en el mercado por entonces, entre otras, cohetes paracaídas, luces azules y rojas, pistolas de señalización y boyas luminosas.

Sin embargo, fue necesaria una catástrofe para convertir la seguridad marítima en el centro de atención internacional. En la noche del 14 de abril de 1912, el transatlántico Titanic colisionó contra un iceberg y se hundió, con una enorme pérdida de vidas humanas. Dos años más tarde, como consecuencia directa de dicho siniestro, se celebró en Londres la primera conferencia internacional sobre seguridad marítima. Trece países firmaron el primer conjunto de normas: el Convenio para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (“SOLAS” en su acrónimo inglés).

En 1959 se produjo el lanzamiento de un producto que sentaría las bases de la posición de Hansson PyroTech como fabricante líder mundial de equipos pirotécnicos de socorro para uso marítimo. El cohete señalizador de Ikaros revolucionó el mercado con su innovador diseño y su tecnología de proyectil. Ikaros se consolidó como nuevo concepto, marcando la pauta en lo referente a los cohetes de lanzamiento manual.

A día de hoy, tanto la marca en su conjunto como la familia de productos han adoptado el nombre de este invento transformador, y estamos a la vanguardia a nivel global en lo que respecta las señales de emergencia para barcos y embarcaciones de recreo. Siempre con el mismo objetivo: Garantizar su seguridad en el mar.